Personalidad, características y temperamento
Aunque es más bien pequeño, el Shetland Sheepdog no es para nada un perro frágil. Cuando había escasez de alimentos en las granjas, los primeros Sheltie eran llevados a pequeñas islas apartadas con un rebaño de ovejas y se quedaban allí durante un tiempo cuidando el ganado y valiéndose por sí mismos. Sólo podían sobrevivir los más fuertes. Cuando volvían a las granjas tras estos periodos de aislamiento, los perros se desvivían por recibir afecto y atención. Probablemente sea esta parte de su historia la que los ha hecho tan fieles a sus dueños, aunque recelosos con los extraños y resueltos cuando se trata de proteger a su familia.
Compatibilidad con otros animales
Excelente. Puede convivir felizmente con el gato de la casa y se llevará bien con los otros perros.
Cuidados
El magnífico pelo del Shetland Sheepdog necesita sorprendentemente pocos cuidados. Un cepillado y peinado detrás de las orejas una vez a la semana es suficiente para que se mantenga en perfecto estado. El manto doble de la raza, con una capa de subpelo aislante, le permite adaptarse tanto al calor como al frío.
Aunque desde luego puede ladrar, es lo bastante inteligente para aprender a no hacerlo de modo innecesario. Es un excelente guardián y te avisará si hay visitas u ocurre algo inusual.