El problema con los cachorros es que todos parecen increíblemente adorables. Es importante que elijas al cachorro adecuado para tu casa - ¡no quieres terminar llevándote a todos a tu casa!
Si un cachorro parece triste y desamparado en una esquina, intenta no dejarte seducir por sus ojos implorantes. Si es probable que alguno de los cachorros de la camada tenga problemas de salud y físicos, será ese.
Si uno de los cachorros te parece más adecuado para ti, eso no es mala cosa, pero inspecciónalo detenidamente. Tienes que fijarte en lo siguiente:
- un aspecto robusto en términos generales – ni mucho más grueso ni mucho más delgado que el resto de la camada;
- un pelo suave y brillante, sin manchas rojas ni llagas;
- unas orejas y unas encías rosas y que huelan a limpio, y un aliento que no huela mal; y
- un trasero limpio y seco, sin signos de diarrea, secreciones o irritación.
Debes fijarte también en la personalidad del cachorro. La confianza puede ser un signo positivo, pero si ya tienes en casa niños alborotadores, un cachorro muy inquieto podría ser demasiado. Ahora bien, si estás pensando en un cachorro para que tú y tu familia hagáis mucho ejercicio, lo que necesitas en un cachorro inquieto y alegre.
