Es una buena idea que mantengas a tu perro nuevo en un transportin cuando lo lleves por primera vez a tu hogar. Puedes usar también una valla para impedir el acceso de tu perro a una habitación. Si el perro nuevo no persigue inmediatamente a tu gato por toda la casa, eso ayudará a que éste se sienta menos amenazado.
Coloca el transportin – con agua, alimentos, cama y juguetes - en la parte más frecuentada de la casa. De esta forma tu gato podrá investigar al perro a su propio ritmo, sin tener que acercarse demasiado, y los dos animales podrán acostumbrarse a la presencia del otro.
Cuando los dos animales se familiaricen con la presencia del otro, intenta alimentar a tu gato fuera del transportin mientras el perro come dentro de él. De esta forma se acostumbrarán a un contacto más estrecho.
La siguiente fase consiste en hacer las presentaciones fuera del transportin. Sujeta a tu perro y permite que los dos animales se observen e interaccionen entre sí. En los días siguientes, saca al perro fuera del transportin con más frecuencia y deja que explore su nuevo entorno. A medida que tu gato tolere mejor la presencia de su nuevo compañero de hogar, podrás aumentar el contacto entre ellos.
Los alimentos para gatos suelen tener un contenido muy alto de proteínas, tanto que son demasiado ricos para los perros. Así que intenta mantener a tu perro alejado de la comida de tu gato porque podría sentarle mal.
